Vivimos en un mundo donde constantemente las demandas sociales nos invitan que tener una relación de pareja es un desafío y al mismo tiempo una lucha de encajar en la vida de ese otro y que encaje en la tuya. Amar es una decisión personal pero lo ves imposible cuando te sientes perdido en el camino y eres tu quién se encuentra amando solo, pareciera que lo escogiste mal desde el principio o le dejaste de interesar, el romanticismo que los unió desapareció. ¿Dónde quedó la magia de la relación?, ¿Desde cuándo te dejaron de querer?, ¿Cuando te diste cuenta que esta no es la relación que crees merecer? de esta manera se han sumado interrogantes que quieres encontrarle respuestas mientras vas leyendo, vengo a decirte que la respuesta está en tu ser, es difícil permitirnos ver nuestro interior, el secreto es ir a tu ritmo. Hoy les comparto mi relación con el amor así como tú, también me he involucrado en relaciones complicadas o que me han hecho sentir perdida, poco querida,
¿Cuantas veces te has sentido con miedo a tomar decisiones, a experimentar nuevos espacios, al cambio, a salir de la rutina?... Tener miedo es la sensación más desagradable que hemos experimentado en cualquier momento de nuestras vidas; ante situaciones nuevas o desconocidas, sentimos miedo, sean causa de peligro real o no. Algunas veces sentimos miedo por los riesgos que suponen la toma de decisiones, sin ver las ganancias que pueden conllevar las mismas. ¿Para qué nos sirve el Miedo?. -El miedo es probablemente la emoción humana más popular en los últimos tiempos, se habla de ella, se comparte información, se dice constantemente que no se debe tener miedo, se apuesta por una vida sin miedo, considerándolo nuestro peor enemigo. -Nos aporta información para que actuemos, por lo tanto, el miedo no es lo malo, lo malo es la causa que lo provoca. -El miedo sirve para estar alerta ante los peligros. -Nos pone en guardia para poder protegernos, huir o reaccionar frente al peligr