SI TE HAGO DAÑO PORQUE NO ME DEJAS?

Muchas relaciones de pareja viven enganchadas en discursos en los cuales la demanda a simple vista es el desamor o esas ganas de que uno de los dos termine la relación pero ninguno toma la iniciativa en hacerlo; solo ganan las interrogantes y más cuando uno de los dos es quien repite una y otra vez ¿si te hago daño porque no me dejas?. En las relaciones de parejas no solo sobresalen las demandas  del otro , si no las demandas propias, trabajar en lograr ese equilibrio sano de lo que se quiere como persona y como pareja muchas veces se convierte en un lucha constante de situaciones y no se disfruta de la relación en si. 

En la vida no se vive para cumplir las demandas y exigencias de otras personas , pero en las relaciones de pareja se busca generar ese equilibrio desde el amor y la aceptación de si mismo para poder aceptar a ese otro con sus debilidades y fortalezas. Hoy en día se observan muchas parejas felices en las redes sociales pero las preguntas que puedes hacerte son:  ¿en realidad son felices? ,¿como han superado cada una de sus situaciones ?, ¿vivir en pareja es complicado?, ¿tanto tiempo juntos?, ¿conservan la misma felicidad que al principio? ¿que falta en mi relación para que la relación perdure en el tiempo? ; ante cada una de esas interrogantes es oportuno tomar un tiempo y  discernir si habla el corazón o la razón. Por primera vez hoy tomare unos  discursos de  algunos de mis pacientes para hacer énfasis en la dinámica de una relación de pareja y de esos altibajos que te permiten correr o seguir. 

Paciente: Mi novio y yo tuvimos más de diez años de relación, hemos pasado por muchos momentos y situaciones, no me imaginaba que se acabaría todo sin explicaciones, pero me dijo que no me quería más.

Terapeuta: ¿Necesitabas que el te explicara que?

Paciente: El solo dijo que me dejo de querer, pero yo lo amo

Terapeuta: ¿Consideras que es amor?.

Paciente: Claro si tenemos tanto tiempo juntos, yo le dije que si no me quería que se fuera y El se fue y me dejo sola. 

Terapeuta: Amar es una decisión y la independencia emocional es una mascara del amor. 

Paciente: Yo decidí amarlo, pero el decidió hacer su vida sin mi; es que una vez me dijo que el me estaba haciendo daño que mejor termináramos pero yo insistía sola. 

Terapeuta: ¿Para que le insistías en que se quedara?

Paciente: Porque lo Amo. 

Cuantos de ustedes han insistido permanecer en una relación, por decidir escuchar el corazón y no la razón, si es cierto que las acciones de una persona hablan más que sus propias palabras, el miedo constante a enfrentarnos a los cambios no nos permite evaluar la dinámica diaria y muchas acciones del otro se vuelven comunes y es cuando comienza cada persona a permitir, aceptar acciones del otro sin importar incluso que ese otro haga daño. El hacer daño al otro no necesariamente tienen que ser acciones tangibles  pero cada detalle cuando deja de existir empieza la indiferencia a demandar atención , y la razón a dejar de escuchar el corazón. 

Paciente: Estoy cansado de estar en esta relación, donde mi novia pide tiempo y espacio para ella , pero a mi me tiene asfixiado no me da mi espacio. 

Terapeuta: ¿Que te cansa la relación o te cansa ella? 

Paciente: Yo la Amo, ella no me cansa solo me molesta que ella no quiera darme mi espacio, quiere controlar todo y no tengo tiempo para mi, quiere que todo el tiempo que tengo libre sea para ella; y no se que me cansa, yo quiero estar con ella. 

Terapeuta: ¿La aceptas como ella es? 

Paciente: Pues me imagino que si, por algo estoy con ella 

Terapeuta: ¿Te sientes comprometido con la relación?

Paciente: Si pero no quiero estar así, yo le hago daño 

Terapeuta: ¿Que me quieres decir tu con que le haces daño?

Paciente: La engaño, salgo con otras personas , hago todo lo que se que le molesta 

Terapeuta: ¿Que ganas con esas acciones ?

Paciente: No gano nada, hago lo que quiero y si se da cuenta pues tal vez me deje, pero estoy cansado de que ella me controle. 

Terapeuta: Si le haces daño, lo más sincero para ti y para ella es terminar la relación

Paciente: Si pero no la puedo dejar yo la amo, ella es todo para mi, es la mujer que quiero, dígame que hago. 

Terapeuta: Que quieres hacer tu ?

Paciente: Yo quiero estar con ella, me enamore de ella, no la quiero dejar 

Terapeuta: ¿Estas dispuesto a luchar por la relación?. 

Paciente: si pero si ella cambia , cambio yo 

En la vida poner nuestras decisiones en manos de otros , es como poner en el fuego nuestras propias manos y pretender que no nos vamos a quemar. Estar en una relación donde uno de los dos es controlador de tiempo y espacio genera un desgaste para ambos porque ese que controla muchas veces sus acciones son producto de sus propias inseguridades y el temor de perder a ese otro a la final lo termina perdiendo.
La inseguridad presente en una relación no habla de perder al otro,  si no esa perdida de control de si mismo; el miedo latente que le impide a la persona conectarse con los propios peligros que están presentes en la interacción con el otro, pero cada una de las señales que se presentan son para salir de ese confort y enfrentarse al cambio en pro de la relación o en pro de las propias necesidades e intereses de cada individuo. 

La parte más difícil es tomar la decisión de terminar la relación 
cuando aún alguno de los dos saldrá herido. 

Un amor no se atesora por condiciones, demandas o exigencias quiero que seas de una manera, que te comportes de otra, que hagas o dejes de hacer esto, las demandas y las exigencias convierten la relación en un torbellino de inestabilidad constante donde las emociones están a flor de piel y cualquier acto de ese otro  que no sea lo que se espera genera confusión, angustia y desilusión.

En una oportunidad un paciente hizo referencia que para poder terminar la relación el siendo el afectado comenzó a identificar si en realidad sentía amor o capricho y al darse cuenta que no estaba enamorado, si no que se esforzaba para mantener atado un amor no correspondido tomo la decisión de terminar sin importar lo que podía suceder en el mañana se preparo para enfrentar ese proceso e identificar cada una de sus emociones ante su propia desilusión porque idealizo una y otra vez ese amor que esperaba pero que incluso no era lo que el estaba dispuesto a dar. ¿Si te hago daño porque no me dejas? el temor de terminar ese amor no correspondido; donde prevalece el miedo y la inseguridad a todo lo que te puedes enfrentar, incluso muchas veces esta relacionado al vació que deja esa soledad;  y es cuando no se logra identificar que ese otro te repite déjame o eres tu quien dice déjame, darte cuenta que es la señal más sana para terminar esa relación toxica, ese momento donde decides tomar un alto porque la relación te quita tu paz y la haces a un lado, identificar lo que quiere, lo que das y lo que esperas de la relación es el mejor adiós a tiempo que vivir toda la vida con un amor no correspondido.